lunes, 11 de junio de 2012

Cerrarlo, sellarlo...

"No hay nunca un porque para un recuerdo; llega de repente así, sin pedir permiso. Y nunca sabes cuando se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instantes.Y ahora se como hacerlo.Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo en seguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con el. Sin hacerse daño. Así mucho mejor... ahora ya ha pasado. La nieve se ha deshecho del todo".

Federico Moccia.
Tengo ganas de ti.


sábado, 9 de junio de 2012

Tiempo de cambios.

Cuando de repente, todo parece cambiar, las cosas se tornan más fáciles o más difíciles, la gente que estaba cerca, ya no lo está... no pienses que todo pasó de repente, de un día para otro, todo lleva su proceso y aunque no te hayas dado cuenta antes, las cosas se remontan desde días pasados en los que aún pensabas que todo seguía siendo igual y que tu presencia era importante y valorada.

Luego, cuando todo pasa y tomas distancia de las personas o de los hechos, las cosas se ven más claras, tan claras que te preguntas cómo no pudiste darte cuenta antes, cómo pudiste confiar tanto y dar tanto, cuando realmente tu presencia no estaba siendo valorada.

Pero es también ese tiempo y esa distancia, lo que hace que avances, que madures, que crezcas, que te protejas, que construyas tus muros, que selecciones hechos y personas... también hace que las cosas se tornen más frías, que desconfíes un poco más y que también te cueste expresarte y dejar entrar a la gente de la misma forma que lo hacías antes...

En definitiva, son épocas de cambios, no sólo externos, sino internos, que son los que realmente importan, los que te van formando como persona, cambios que te demuestran que eres más fuerte de lo que pensabas que eras y que no todo es lo que parece y que nunca hay que dar nada por sentado, nunca hay que dar nada por hecho, porque todo está en constante cambio y aunque no te des cuenta, quién menos te lo esperas hace que todo cambie.

Pero una cosa es segura: que los cambios son buenos, muy buenos. Aunque nos den miedo, aunque al principio todo sea difícil, aunque nos cueste adaptarnos a ellos... los cambios hacen que cada día nos posicionemos más en nuestro sitio, que construyamos nuestro lugar a veces sin saber que lo estamos haciendo y eso es bueno, encontrar nuestro sitio en lugares inesperados y con personas distintas a las que siempre pensamos que estarían con nosotros.

Y nunca olvides que todo, pero absolutamente todo, pasa por alguna razón que, aunque al principio desconozcamos, siempre acaba revelándose y te hace feliz.